“Necesitamos renovar nuestros cuadros, sumar gente joven, formar 500 cuadros de no más de cuarenta años”.
Nestor Kirchner tiene otras misiones en mente, amén del armado político y el café literario. Una es la formación de jóvenes cuadros políticos y técnicos para ampliar su base de sustentación e intervenir con más fortuna en el espacio público. Sus argumentos, los límites propios que reconoce, los precedentes, el ejemplo del PSOE.
“Fue nuestra pata renga en estos años”, asume Néstor Kirchner y hay que parar la oreja cuando el Presidente hace algo parecido a una autocrítica o, al menos, a un amague de rectificación. No es tan usual, vamos. Kirchner tilda de coja a su fuerza política que, como fuera, le permitió ganar la elección de medio período y arrasar en la presidencial. No la subestima, qué va, pero la ubica en contexto: “En 2005 y 2007 fuimos con lo que pudimos”. Ese esquema, imagina el mandatario ante sus allegados y eventualmente ante la prensa, debe ser superado. Dos expresiones clásicas, aggiornadas desde el fondo de la historia, “fuerza propia” y “cuadros políticos”, cobran un nuevo sentido en su boca y en la coyuntura.
Miguel "Coné" Diaz.- Generacion K.